El otro día, en Twitter, una escritora difundió una de esas noticias cuyo titular busca el clic fácil, rápido e interesado. Algo así como que las mujeres pueden (podemos) escribir novela negra igual o mejor que los hombres. Otra escritora contestó: También hay mujeres que escriben novelas mediocres. La igualdad no va por ahí: tenemos el derecho a hacerlo igual de mal que muchos hombres.
El eco de estos tuits se quedó revoloteando sobre mí, cual danza de estorninos. Ese molesto revoloteo se unió a una conversación que mantuve con una amiga. Me contaba que en otros países europeos, a la hora de confeccionar un currículo, de afrontar una entrevista, los esfuerzos realizados para conseguir una beca, un proyecto… contaban, y mucho. No el éxito, ni el fracaso. El intento.
A mí no se me ocurriría contar, en una entrevista de trabajo, mis fracasos. No, porque sólo se valora el triunfo, el logro... pero, ¿cómo ser bueno en algo sin haber caído o tropezado alguna vez?
Tal vez ese titular sobre mujeres que escriben excepcionales novelas (mejores que las de los hombres) esté vinculado a ello. O, quizás, las mujeres estemos viviendo la tiranía de la excelencia. Porque… ¿Cuántos seres humanos son magníficos, brillantes, poseedores de las mejores y mayores cualidades? La mayoría de nosotros bailamos en la mediocridad: si tenemos suerte, somos buenos (o resultones) en alguna habilidad u oficio.
No somos perfectas, ni queremos serlo. No lo necesitamos. Solo precisamos de la libertad para desarrollar aquello que queramos hacer: cantar, escribir, pintar. Y si lo que pintamos, cantamos o escribimos es mediocre… ¡qué se le va a hacer!
Las mujeres que escribimos, sólo por ser mujeres no hemos de demostrar que ya que nos ponemos somos mejores escritoras que los hombres. No, la igualdad no va por ahí.
Muy acertada tu reflexión compañera
ResponderEliminarGracias, compañera / o por tu lectura y por tu comentario :-)
EliminarHola. Artículo bonito, como necesario porque hay que tener en cuenta que no es posible lograr todo lo que nos proponemos. Tenemos que recomponernos ante un fracaso y salir adelante con la energía renovada. Respeto al tema de la igualdad; pienso, que tenemos que saber diferenciar mejor que, machismo y hembrismo, son términos antonimos. Así como, feminismo es el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.
ResponderEliminarEs un placer leerte, ya estoy esperando tu próximo artículo. Un fuerte abrazo.
Hola, Miguel. :-) Totalmente de acuerdo, vivir consiste en eso, en tropezar, caerse, levantarse. Intentarlo. Y sí, feminismo es el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre, no se puede explicar mejor. Muchas gracias por tu lectura y por tu comentario, Miguel. Es una motivación muy grande y me encanta que sigas leyéndome. Otro abrazo para ti.
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