Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Aburrimiento

No estaba previsto

Yo había escrito otra columna para este jueves. Creo que no me había quedado mal, estaba razonablemente satisfecha. ¿Os ha ocurrido alguna vez? Un asunto, el que sea, comienza a llamar tu atención de todas las maneras posibles. Te da un codazo. Te pone la mano sobre el hombro. Te vuelve la cara para que lo mires de frente, como si fuese un niño necesitado de toda tu atención.   Pues así ha pasado con esta columna. El tema, el niño que me apretó el rostro entre sus manitas mirándome muy cerca y poniendo los ojos bizcos, fue el aburrimiento.  Muñeco Kewpie. Museo Casa Lis. Salamanca. A medida que voy cumpliendo años encuentro que me es más fácil aburrirme. No estoy hablando de ese aburrimiento creativo tan necesario, ese que se traduce en estar tumbado boca arriba mirando al techo, o a las nubes, o a las hojas de los árboles, o a la estela de un avión, o a un escuadrón aviar. No. Ese modo de aburrirse es bonito, útil. Se confunde con la siesta, con la indolencia de la procrastinación, co