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Mostrando las entradas etiquetadas como Diana Krall

La compra

Iba deprisa, introduciendo los ítems de su lista: huevos, leche entera, yogures desnatados, café, helado de vainilla, sacarina, lentejas, té verde, hueso de jamón, brócoli, azúcar. Era una mujer complicada, paradójica. Un ser de contrastes.  Iba despacio, depositando en el carro los productos con los que se topaba en cada sección del supermercado. No recordaba si el hueco de la estantería que albergaba la espuma de afeitar estaba vacío. Iba distraído, con esa mirada serena propia de los seres apacibles.  (Foto tomada de aquí ) En la carnicería se desentendieron un momento de los carros. Ella, preocupada por el colesterol, quería comprar pechuga de pavo. Él, despreocupado de cualquier previsión en los menús, sopesaba si comprar filete de ternera o contramuslos de pollo. Ella, más rápida que él, puso rumbo a otra sección. Él, más lento que ella, se giró con la bandeja de pollo entre las manos y se encontró con un carro y una compra que, definitivamente, no le pertenecían.  Tranquilo, c

Cápsulas del tiempo

Me fascinan las cápsulas del tiempo . Estás tan tranquilo en Idaho, con la mirada y el afán puestos en las cumbres de ese macizo rocoso que no sé ni escribir ni pronunciar, y te asalta el deseo de cambiar el suelo del cuarto de baño. Sí, hagámoslo , le dices a tu pareja, una mujer o un hombre que comparte contigo ese mismo deseo irrefrenable. Y, voilà .  Esta es la Cripta de la civilización y no se abrirá hasta 8113. Esta cápsula del tiempo se creó en la Universidad de Oglethorpe, Atlanta (Georgia) en 1940. En esta habitación hay dentaduras, maniquíes, microfilm, papel de aluminio, material de costura, juegos, platos... El inventario al completo, aquí .   Bajo el suelo descubres una arqueta torpemente cerrada, que contiene una botella de vidrio de hace por lo menos cien años (que en EEUU es mucho tiempo) y, en su interior, un penique, una caja de cerillas y una carta fechada hace treinta años. (Treinta años es también mucho tiempo para EEUU, pero mucho). En la carta, el albañil Joe

La bala única

 Leyendo una novela policíaca de Michael Connelly , me encontré con esto: Todo el mundo tiene una persona por ahí, una bala. Y si tienes suerte en la vida, conoces a esa persona. Y una vez que lo haces, una vez te disparan en el corazón, entonces no hay nadie más. No importa lo que ocurra (muerte, divorcio, infidelidad, lo que sea), nadie más puede volver a acercarse. Esa es la teoría de la bala única.  Esta trama secundaria me recordó a Enamorarse , la película protagonizada por Meryl Streep y Robert de Niro. Frank y Molly no buscaban una aventura, no. Ellos estaban casados, Frank tenía hijos, y sus vidas eran apacibles y ordenadas. Sin embargo, se conocen y comparten conversaciones, y risas, y esperas, y se enamoran sin querer. Lo ves en sus ojos y en sus gestos. Frank es la bala única de Molly. Molly dispara al corazón de Frank. Esta peli siempre me ha inquietado, porque... ¿sabían ellos que sus balas únicas andaban por esos mundos de dios? Yo creo que no.  Y, claro, es inevitable p