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Mostrando las entradas etiquetadas como #HijosdelVaivénSenderos

Vuestros senderos

Me escribía, ayer mismo, Rebeca Martín García para hablarme sobre vuestros senderos. Me escribía que, en un mundo en el que parece que manda el postureo, había mucha verdad en vuestros senderos, en vuestros porqués. Me escribía Rebe y me decía que se emociona, que es muy difícil elegir, que si sólo un ejemplar para una sola persona.  Me escribía y me llamaba por ese nombre secreto que sólo ella y yo conocemos, comentando una, dos, tres, cuatro fotos y uno, dos, tres y hasta cuatro motivos. Y, al final de su correo electrónico, iba decantándose por una, por otra, iba reinterpretando cada motivo, cada camino, cada sendero. Y me señaló dos. Dos. Y yo le había dicho que un ejemplar para una sola persona. Rebe es una mujer especial que canta, cuenta, escribe, pinta, ríe y sabe que hay senderos fáciles, difíciles, bellos y no tan bellos... pero que hay que transitarlos todos. Así que...  Abrí la caja de cartón en la que duermen unos pocos ejemplares en papel de mi Hijos del vaivén e hi

Regalo de un ejemplar en papel de mi "Hijos del vaivén"

 Querida lectora, querido lector: ¿Cómo estás? ¿También a ti te tira de las orejas el consabido Departamento de Marketing?  Pues resulta que la persona que lo dirige, a la que logro mantener en modo perfil bajo la mayor parte del tiempo, en ocasiones se pone brava y hasta impertinente. Y me ha repetido, insistentemente (me ha dado la turra, vaya), que tengo que hacer un sorteo o un concurso o algo así para celebrar el Día del Libro, pero con el oscuro propósito de hablar y de que se hable (algo, chica, aunque sea un poco) de mi segunda novela autopublicada: Hijos del vaivén .  Nada, no ha habido manera de acallarla. Así que... aquí estoy, proponiéndote un concurso, un sorteo, o algo así. Todo sea porque deje de avasallarme un rato.  Al más puro estilo #autobombo y #turralibro te cuento un poco de qué va mi Hijos del vaivén : un cincuentón se instala en un pisito de alquiler ubicado en un edificio de un barrio obrero a las afueras de Salamanca. Lindando balcón tenemos a Teresa, una muj