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Fe de erratas

Dedicado a Nicolás, por advertir la errata divertida...

He estado pensando en las erratas. Por mucho que corrijas y leas, por mucho que otros te lean, siempre se cuela alguna errata. Me refiero a esos pequeños cambios involuntarios que son capaces de alterar el sentido de una frase: una sílaba que se desvanece, una palabra que se ha ido a bailar a una línea equivocada, una letra que ha decidido cambiar de sexo. Todas esas cosas enojosas que hacen que lo que escribes no tenga ni cabeza ni pies, y donde debería decir amores, has puesto ardores y donde debería leerse retoños, dice redaños. Y todo así. 


Cuando Rosa Montero publicó El peligro de estar cuerda, compré un ejemplar malherido. Lo tengo junto a mí ahora mismo. En el capítulo “Como los niños en el cementerio”, en las páginas 173 y 174, en la parte superior de un retrato de Emily Dickinson (la autora del verso que titula la obra de Montero) se volatilizaron unas palabras. Nuria Labari, amiga de la escritora, le hizo notar que esta edición primera debía salir así, un tanto baqueteada, dado los temas de los que se ocupa. Creación y locura.  

De Desconocido - http://www.elcorreogallego.es/img/noticias/20101010/7_435091.jpg, 
Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=25737553

Pero esto, tal vez, tenga una explicación más misteriosa y alquímica. En la Baja Edad Media comenzó Titivillus a hacer de las suyas. Este demonio cargante y avasallador gusta de introducir errores en el trabajo de los escribas, y no se libra nadie, ni el escritor más talentoso y avezado, ni el más inexperto y autopublicado. Doy fe.


Mi Blondie, (1994- ) atesora entre sus páginas varias erratas que Titivillus ha esparcido sin compasión. Me ha robado tildes y letras, ha cambiado el género de algunas palabras. Qué guasón el demonio este.  

Vivir con cierto orden, como escribir bien, no es fácil. Perpetramos erratas cada día. Qué diablo más avasallador y cargante.  


Comentarios

  1. Una de mis citas preferidas es una frase atribuida a Chaplin: “Me gustan mis errores, no quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme”. Me alegra que hayas vuelto al Blog.

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    1. Es una cita maravillosa. Gracias por compartirla. Y gracias a ti por volver, Jesús. :-)

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