No quiero hacerme la moderna utilizando palabras en inglés cuando no viene al caso. Pero es que me he acordado que hace años, alguien me dijo que entre las dos había feeling. Que existía una chispa, algo, que nos hacía conectar y llevarnos bien. Y que eso, ese diminuto pero intenso destello, era esencial para trabajar juntas en nuevos proyectos. En tareas de esas que necesitan de colaboración y entendimiento, creatividad y paciencia. Porque en cualquier relación se precisa que el otro te recargue las pilas el día que tienes el desánimo en niveles máximos, o que te aquiete cuando hierves, presa de la indignación, la extrañeza, la incomprensión y las dudas. Recuerdo bien aquella conversación. Yo era casi una pipiola y me quedé ojiplática cuando ella me dijo que creía que entre las dos había feeling. Pues sí, lo había. Y algo más: había respeto.
¿O será que esa chispa de entendimiento no puede darse sin el consabido respeto?
Soy una mujer respetuosa, digamos, de fábrica. Sé reconocer la figura de autoridad, y le guardo el debido respeto. Hasta que me decepciona. Entonces, no hay nada que el otro o la otra pueda hacer para resolverlo. No me creo nada. No me gusta nada. No me interesa nada. Me irrita. Me exaspera. La chispa se estremece, se debilita, y, finalmente, muere.
Me acaba de ocurrir con alguien que, digamos, me da clases. Me cuesta seguirle el ritmo y me distraigo cuando habla. Es más, me exasperan sus monólogos y sus miradas. Me desespera. Me aburre. El feeling, si alguna vez lo hubo, ha desaparecido.
Lo que hace o dice no tiene, ni tendrá, la mínima repercusión en mi vida… pero dibuja con exactitud el tipo de persona que es.
Tal vez deba bailar en otro lugar, hacia otra dirección.
Cómo dice el título de la canción de Boston, que has compartido con nosotros; para mí, el feeling es más que un sentimiento, esa seguridad natural que hace caer las barreras de la desconfianza, abriéndonos paso con motivación y bienestar emocional, hasta encontrar nuestra paz interior en compañía agradable. Te felicito por el artículo, me ha llegado y me ha hecho reflexionar. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarY qué maravilla sentir ese feeling... Ese estar a gusto, en confianza, y seguro. Gracias, Miguel, por tu lectura (siempre tan reflexiva) y por compartirla. Otro fuerte abrazo para ti.
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